Hola, queridos amigos, vuelvo con esta nueva entrada para hablaros un poco de lo que es mi nueva incursión en la cultura.
Todos los que me conocen, saben que soy un apasionado de la música, desde hace muchos años que, de una forma u otra, estoy vinculado a ella, empecé muy joven en el grupo de coros y danzas "La Encina" de Olivenza, formaba parte del cuerpo de baile, pero aprovechaba cualquier momento para colarme entre la rondalla y ponerme a cantar. Casi al mismo tiempo empecé con lo que, probablemente, ha sido mi pasión más encendida, los carnavales. Entré a formar parte de una murga de amigos de la cual guardo recuerdos inolvidables, después llegaron "los 3w" y por último "los Sikitrakys", en total 20 años subiendome a los escenarios y disfrutando como un enano.
Paralelamente, los amigos y yo decidimos refundar la desaparecida "Tuna la Dificultad de Olivenza" en la cual sigo después de 20 años.
Ya veis, la música y yo, siempre de la mano.
Pero el tiempo de los carnavales pasó, me di cuenta que el esfuerzo y dedicación que necesitaba una murga, después de tanto tiempo, ya me daba más penas que alegrías y eso derivó en lo que os cuento a continuacion.
Mi otra gran pasión, el flamenkito y muy influenciado por El Rocio, cita a la que, siempre que puedo, no falto, es el último capitulo de mi andadura en el mundo de la música, (Siempre hablando de un modo aficionado).
Gracias a "Siempre así", por que viendo un concierto suyo se forjó la idea de "Flaméncoli", un grupo que formamos siete amigos y que versionamos por rumbas toda clase de temas conocidos además de cantar los clasicos de siempre.
Llevamos, apenas un año, pero son muy gratas las impresiones que nos llevamos en cada actuación, que por suerte y de momento, son bastantes.
Era un cambio de registro, creo que necesario en mi vida, estaba demasiado viciado con los carnavales, ahora me siento mucho más deshaogado, sin la presión de tener que hacer y defender un repertorio nuevo cada febrero. Esto es otra cosa, esto es todo el año pero a nuestro aire, así se disfruta más de lo que nos gusta.
En fin, a mis 40 años vuelvo a disfrutar de la música como tantas y tantas veces lo hice y espero hacerlo muchos años más.
Teneis en Olivenza un grupo de flamenkito que se llama FLAMÉNCOLI y que espero que si nos veis en alguna ocasión os causemos una buena impresión y que disfruteis tanto como lo hacemos nosotros.
Un fuerte abrazo.
